Blogia

Señorita Lucrecia

¿Cuáles son los aportes de las cátedras del Ciclo de Profesorado a la formación docente a partir de la experiencia de los espacios curriculares cursados?

¿Cuáles son los aportes de las cátedras del Ciclo de Profesorado a la formación docente a partir de la experiencia de los espacios curriculares cursados?

En la reflexión sobre la lectura “Pájaros con Alas Artificiales” expreso mis opiniones sobre cada materia en particular. Aquí sólo diré que algunas materias me sirvieron para entender la parte más subjetiva de la educación, como “El Alumno...”, “Enseñanza-Aprendizaje” y otras a conocer más la estructura del sistema educativo argentino como “Sistemas Educativos”. Finalmente, están las sabias orientadoras “Curriculum”, “Instituciones”, “Didáctica Disciplinar”. En su conjunto son un importante e integral aporte que complementan mi formación práctica en la docencia.

¿Cuáles son los aportes -si es que los hay- de las Ciencias de la Educación para un egresado universitario?

¿Cuáles son los aportes -si es que los hay- de las Ciencias de la Educación para un egresado universitario?

El mayor aporte considero que es la orientación al graduado que tiene como opción de vida (presente o futura) la docencia. Muchas veces nos sentimos perdidos en cuanto a los contenidos a dar en cada espacio curricular, el modo de encontrarse frente a un curso, el trato con los directivos, etc. y en ese sentido es bueno compartir experiencias y discutir junto a colegas sobre esas problemáticas.

Me parece valioso el profesorado como herramienta para la docencia y también como formación general sobre la educación, para conocer el sistema educativo, para entenderlo, para acompañar a nuestros hijos, hermanos, padres.

Por último, me parece importante que la carrera sea reconocida a partir de su complementación pedagógica. Quiero decir, que se abran más las aulas al politólogo, comunicador, trabajador o sociólogo.

¿Es necesaria una formación proveniente del campo de la educación para egresados universitarios de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para el ejercicio docente en el sistema educativo provincial?

¿Es necesaria una formación proveniente del campo de la educación para egresados universitarios de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para el ejercicio docente en el sistema educativo provincial?

Las carreras de la facultad nos brindan una sólida formación teórica necesaria para entrar en un aula y brindarse a través de una clase de historia, formación ética, economía, etc. Pero claro, muchas veces no es condición suficiente. Saber no implica tener la capacidad de enseñar. Y entonces la formación en educación que nos da brazos para desenvolvernos en el aula. Por ello me parece valioso el profesorado más considerando la orientación que nos brinda frente a un sistema educativo que a veces aparece como anárquico, enorme, rígido, difícil de entender.

Comentario sobre las tribus del conocimiento

Comentario sobre las tribus del conocimiento

A menudo  en las ciencias sociales adquirimos comportamientos tribales. Pienso en una tribu donde hasta sus miembros se encuentra –como sostenía Almond- sentados en mesas separadas. Sabemos que nuestro conocimiento es vulnerable a ciertos peligros: por un lado, el propio cuestionamiento del status científico de nuestras producciones; por el otro, los posicionamientos y hasta los fanatismos inevitables en nuestra apasionante materia de estudio. Entonces es aquí que cada uno va buscando su lugar con los suyos y de a poco se va tribalizando un poco. En este sentido, cursar el profesorado nos sirve para cruzarnos de mesa, visitar a nuestros comensales vecinos y reconocer que a veces no pensamos tan distinto y que incluso podemos complejizar y complementar nuestra mirada disciplinar.  Además, consolida la actividad docente de los graduados de la Facultad ya que no sólo permite llevar nuestra mirada al sistema educativo provincial sino también desafía nuestro comportamiento tribal: es un modo de abrirse a la sociedad y poner nuestro conocimiento y nuestro sentido común universitario frente al sentido común de la sociedad, replantear nuestras teorías tan bonitas, compartir el espacio con docentes que vienen de otros ámbitos y allí “destribunizarnos” un poco rompiendo  algunas barreras absurdas del conocimiento disciplinar.

La Experiencia de Patrixia

La Experiencia de Patrixia

Pretexto de mitexto

Antes de comenzar el análisis de la lectura Pájaro con Alas Artificiales desde el aporte que ha hecho la academia –tanto la licenciatura como el ciclo de profesorado- quisiera hacer una mención a la lectura desde mis primeras experiencias en el sistema educativo. Esto a partir de una primera identificación con Patricia rogando ir a la escuela: fue a los tres años que hice similar planteo y tuvo que explicarme no sólo mi madre sino también la señorita del jardín que no cumplía el requisito de la edad para incorporarme al sistema de educación formal. Pero no me detuve y al otro año pude comenzar el primero de mis dos años de jardín asistiendo dos años a la salita de cinco.

A continuación quisiera rememorar brevemente algunas otras anécdotas. Claro, primero deberé llevarlos al  contexto de mitexto: de pequeña viví en un pobladito cerca de un pueblito cordobés. Estaba la escuela principal en el pueblito, igual que el jardín de infantes – instituciones a las que asistí - y en el pobladito una escuelita que recibía a los chicos de las sierras.

El relato de Patricia me recuerda mucho a la escuelita, un maestro que se desdobla para atender a todos los cursos, los niños avanzados educando a los recién llegaditos y otros agregados míos: el desayuno y el almuerzo escolar, el horno de barro, los niños y las niñas bajando kilómetros para llegar a la institución, el día que instalaron los juegos... Muy cerquita quedaba mi casa pero, debo decirlo, mis condiciones materiales me permitían acceder a la otra escuela. Entonces, yo en vez de ir a la escuelita que estaba a tres cuadras de mi casa, viajaba cuatro kilómetros para ir a la escuela del pueblito.

La “Escuela Magdalena T. de Charles”, si bien era una escuela grande tenía muchas cosas que me recuerdan la escuela de Patricia. La campana de hierro, el estilo autoritario de algunos maestros  que perseguían a los niños con su puntero, los bancos con hueco para el tintero y la pluma, la oración a la bandera  que mixturaba la educación con religiosidad comenzando “La bandera blanca y celeste, Dios sea loado...” y el agradecimiento a Dios luego de recibir el almuerzo del PAICOR, y, por supuesto, la sensación... ¡Qué alegría!...Asistir a la escuela.

Y ahora recorriendo mis primeras experiencias como docente, recorriendo otras escuelas mirándolas desde el pizarrón, voy sintiendo que algunas vivencias actuales evocan esos años de la primaria, algo así como la pubertad trayéndome asuntos de la niñez, esta vez felices.

Ahora xí, contexto el Patritexto

Opina una lixenxiada

Discutimos mucho en las aulas y en los pasillos de la facultad sobre la educación formal y no formal, sobre los pueblos originarios, sobre el Estado (bueno, malo, lindo y feo) y con frecuencia a los politólogos se nos acusa de tener las posiciones más burocratizadas. Personalmente, pese a que en general me siento una renegada frente a la rama más administrativa de la carrera, debo reconocer que algunas de ellas no dejan de ser útiles incluso para hablar de la escuelita “Puerto La Paz”. Otras pertenecen al área de la cual fui partidaria. Y así, haré una breve enumeración: “Organización y Gestión del Estado”, que nos permite conocer cómo este aparato que es federal pero tiene su cabeza en Buenos Aires, extiende sus tentáculos hacia las provincias y cómo nos llegan sus patitas a algunos parajes cuasi perdidos; “Historia Institucional Argentina”, como marco histórico general  que nos permite conocer cómo es que esa escuela pudo llegar ahí; “Sociología General”,  aunque sea para hacer comparaciones ostentosas tales como “qué tiene que ver esta escuelita rancho con los aparatos ideológicos de Estado que mencionaba Althusser”, “Derecho Constitucional” y su quinto artículo, pa’que nos quede bien clarito quien es el responsable de esa primaria educación, “Teoría Política II” para reflexionar sobre la construcción de ciudadanía y el reconocimiento de la diferencia, etc.

La lectura (mi lectura) nos remite a la presencia del Estado en lugares que, por lo menos en el imaginario, se nos figuran como inhóspitos. Y aquí antes que dejar certezas sobre las cuales me iluminó la licenciatura, me gustaría plantear preguntas que puedo plantear a partir de la misma: ¿Es posible garantizar el derecho a una educación inclusiva, de calidad, popular, gratuita a lo largo y a lo ancho del territorio?  ¿Cómo llegan los recursos a esos lugares? ¿Cuánta educación se pierde en cantidad (en el caso de ser medible) y calidad? ¿Qué  es lo mínimo que debe saber un niño? ¿Qué factores extraescolares (vivienda, alimentación, servicios de salud) pueden obstaculizar el proceso de enseñanza aprendizaje? ¿Cuáles son las políticas sociales específicas para la región? ¿Qué cosas enseñar en ámbitos rurales? ¿Cuáles son los conocimientos válidos (¡Ay, Follari, hay Follari, ahí Follari)? ¿Como conviven los conocimientos del sistema educativo formal con los conocimientos de las comunidades?, etc.

Opina xierta profexora

El ciclo de profesorado además de ayudarme a recuperar experiencias de mi propia escolaridad, es un valioso aporte para mi formación teórica-práctica como docente fundamentalmente porque lejos de rigidizarme en el rol de docente o estudiante, me permite reflexionar entre estos dos actores.

El rol de docente lo reflexionamos fundamentalmente en “Enseñanza Aprendizaje”, donde vimos al docente como un mediador y no como el portador mismo del conocimiento, el docente como vínculo, como puente. Y creo que en la historia de Patricia, su profesor tiene mucho de eso: quizás sólo le enseñó a leer y escribir, pero esos fueron los primeros pasos para que ella hoy esté preparándose para la docencia en un terciario. Quiero decir, algún mérito hay que reconocerle a ese señor que tenía en sí muchos docentes para enseñar simultáneamente aun sin ser un profesor bilingüe. También podríamos reflexionar desde esta materia las representación que tenemos los docentes en la valoración de la inteligencia y la capacidad de aprendizaje de los alumnos. Así, el profesor Vilinqui consideraba la habilidad de lectura y memorización como criterio para decir que Patricia era más aplicada e inteligente en relación a las otras niñas y, quizás en base a juicios y supuestos personales, establecía sistema de diferenciación dentro del aula.  Aunque esto último también podría ser pensado positivamente, al desestructurar el rol del docente, fomentar la cooperación entre estudiantes, etc. Patricia tuvo allí su primera práctica docente.

Desde “Instituciones Educativas” podemos hacer algunas reflexiones de esta escuela como institución. Por ejemplo, podemos inferir que es una institución postergada, que recibe pocos recursos (y entonces, aunque ya no se haya inventado el bolígrafo conserva el espacio para el tintero), con recursos humanos en su nivel mínimo y apenas un aula para todos los chicos. Una estructura mínima para trabajar con niños procedentes de diferentes contextos (“... asistían chicos guaraníes que venían del Paraguay, bolivianos, Charotes, Matacos y criollos de la zona. ¡Dios mío, qué mezcla!”) y ubicada en un lugar complicado, donde incluso las familias mostraban actitudes descorteses entre ellas, lugares donde es latente la ausencia del Estado para facilitar servicios básicos como vivienda, servicios que luego influyen en la institución y su objeto. A partir de ciertos elementos Patricia nos deja ver que la Escuela Puerto La Paz, es una institución muy particular donde enseñar es más que entrar al aula, dictar la clase y luego retirarse.

Contaba una lixenciada que había leído en la Constitución Nacional algo vinculado a la educación. Yo le diría que en el profesorado estudiaría ese punto hilándolo mucho más fino en “Sistemas Educativos” donde recorrería algunos pasos de la historia y los avatares de la educación argentina y así podría comprender que aunque en el resto del país se educaba para el trabajo bajo un proyecto de educación para el mercado, en su escuelita (como ocurría en otros páramos argentinos)  apenas había llegado el eco de la ley 1420. Y que sí, era dura, positivista y postulaba una relación bien asimétrica entre el docente y el estudiante y una educación homogeneizadora que sólo hacia hincapié en los saberes formales y el resto puro traspié que había que apartar de la educación, pero también que esta fue la escuela que buscó de algún modo igualar a los pobladores del territorio argentino en cuanto al grado de alfabetización y su extensión fue bastante importante como para llegar al paraje de Patricia. E incluso podría saber dónde terminó esa escuela luego de tantas idas y vueltas del sistema educativo argentino. Y con “Currículum” la invitaría a ponernse la chaqueta del Inspector Gadget y  preguntarse varias cosas, por ejemplo: ¿Por qué rezaban el Padre Nuestro en una escuela proclamada por la ley 1420 (que vimos en “Sistemas...”)  laica y donde sólo podrían darse en escuelas públicas contenidos religiosos fuera de horario escolar? ¿Por qué el profesor Vilinqui enseña contenidos de espacios curriculares diferentes –como Lengua y Ciencias Naturales – en una misma clase como contenidos integrados? ¿Qué llevó al maestro a limitar su intención de enseñanza a “leer y escribir” y entonces adecuar el currículum oficial a esa pretensión? ¿O acaso esa era la intención oficial para las áreas rurales? ¡¿O acaso ese era el currículum oficial?!

Por último, debemos tener presente la materia de nombre enroscado “El alumno de Tercer Ciclo, Polimodal y Educación Superior: su psicología y su cultura”. Ah! Freud hablaría de todas las culturas con las que Patricia convivía en la escuela y sus violencias. Y podríamos entender la actitud de Patricia hacia su padre en clave edípica, comentar los duelos de Patricia al dejar su escuela o hacer otras indagaciones sobre su psiquis y, porqué no, complejizar un poco eso de inteligencia = leer de corrido + memorizar con mímica para los actos y entonces podríamos decir, por ejemplo, que las matacas poseían una gran inteligencia manual y artística.

Rexumiendo: reflexiones e inflexiones a paxtir del texto

Ahora ya finalizando, diré que el título me llamó la atención primero al pensarlo apresurada y prejuiciosamente como un buen título para una filmación hollywoodense (del tipo “Escritores de la Libertad”) y luego ya con un poco más de reflexión y menos humor, a pensar en la sensación que deja la educación en algunas situaciones. “Pájaro con alas artificiales”, me deja pensando como politóloga qué tiene que hacer el Estado en esas comunidades. Es mi posición política que, como garante de la educación y formador de ciudadanía el Estado tiene que estar presente en todo rincón del país porque no hay desierto si hay un ciudadano, una ciudadana, un ciudadante... Es mi duda política, cuál es el límite de la no invasión de la otra educación y la otra ciudadanía que existen en muchos lugares de nuestro país más allá, y mucho más allá, del Estado y si esa educación y esa ciudadanía no les basta para vivir como un pájaro que vuela con sus alas dadas por la naturaleza y no con sus s-alas dadas por un Estado culturalmente de otro nido.